Josafat fue uno de los reyes más importantes del antiguo Judá después del gran rey David, aunque también uno de los más desconocidos por la mayoría de cristianos. ¿Quieres conocer más su historia? ¡2 Crónicas 20 te ayudará con ello!
Segunda Crónicas 20 de la Biblia
Muchos libros de la Biblia hablan de la historia del antiguo Israel y son una fuente bastante precisa de información acerca de la civilización que precedió a los primeros cristianos en las tierras cercanas a Jerusalén.
Este es el caso de 2 Crónicas 20, en el que Josafat, rey de Judá, derrota a Moab y Amón con la ayuda del gran poder de Dios. Es un capítulo muy significativo con una interpretación muy bonita aparte de su valor histórico. ¿Te lo vas a perder?
Empezamos el artículo con un vídeo en el que podrás leer y escuchar 2 Crónicas 20 completo, con calma y tranquilidad, creando de esta manera un momento íntimo con Dios muy necesario en estos días de vida tan ajetreada.
2 Crónicas 20 completo y en letra grande
Ahora llega el momento de leer el texto completo si lo necesitas y quieres, por eso lo puedes encontrar aquí abajo en su versión Reina Valera 1960. ¿Sabías que esta versión es considerada una de las traducciones más fieles a la versión original de la Biblia?
Victoria sobre Moab y Amón
1 Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra.
2 Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi.
3 Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá.
4 Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.
5 Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo;
6 y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?
7 Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre?
8 Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo:
9 Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás.
10 Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no los destruyese;
11 he aquí ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos diste en posesión.
12 ¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.
13 Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños y sus mujeres y sus hijos.
14 Y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová en medio de la reunión;
15 y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.
16 Mañana descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel.
17 No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.
18 Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová.
19 Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz.
20 Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.
21 Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.
22 Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros.
23 Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado con los del monte de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su compañero.
24 Y luego que vino Judá a la torre del desierto, miraron hacia la multitud, y he aquí yacían ellos en tierra muertos, pues ninguno había escapado.
25 Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres muchas riquezas, así vestidos como alhajas preciosas, que tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar; tres días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho.
26 Y al cuarto día se juntaron en el valle de Beraca; porque allí bendijeron a Jehová, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beraca, hasta hoy.
27 Y todo Judá y los de Jerusalén, y Josafat a la cabeza de ellos, volvieron para regresar a Jerusalén gozosos, porque Jehová les había dado gozo librándolos de sus enemigos.
28 Y vinieron a Jerusalén con salterios, arpas y trompetas, a la casa de Jehová.
29 Y el pavor de Dios cayó sobre todos los reinos de aquella tierra, cuando oyeron que Jehová había peleado contra los enemigos de Israel.
30 Y el reino de Josafat tuvo paz, porque su Dios le dio paz por todas partes.
Resumen del reinado de Josafat
31 Así reinó Josafat sobre Judá; de treinta y cinco años era cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Azuba, hija de Silhi.
32 Y anduvo en el camino de Asa su padre, sin apartarse de él, haciendo lo recto ante los ojos de Jehová.
33 Con todo eso, los lugares altos no fueron quitados; pues el pueblo aún no había enderezado su corazón al Dios de sus padres.
34 Los demás hechos de Josafat, primeros y postreros, he aquí están escritos en las palabras de Jehú hijo de Hanani, del cual se hace mención en el libro de los reyes de Israel.
35 Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad con Ocozías rey de Israel, el cual era dado a la impiedad,
36 e hizo con él compañía para construir naves que fuesen a Tarsis; y construyeron las naves en Ezión-geber.
37 Entonces Eliezer hijo de Dodava, de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto has hecho compañía con Ocozías, Jehová destruirá tus obras. Y las naves se rompieron, y no pudieron ir a Tarsis.
Estudio bíblico de 2 Crónicas 20 con resumen
Como ya es costumbre en nuestros comentarios bíblicos, vamos a analizar este capítulo remarcando los versículos claves y comentando todo lo que les rodea en su apartado preciso. ¡Cuando quieras empezamos!
2 Crónicas 20:1
“Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra.”
La historia de Josafat ya viene explicándose en los capítulos anteriores al 20, de modo que la primera frase ya hace referencia a ello. Su último acontecimiento fue su ida en busca de Dios, tras casi perecer ante el rey Acab de Israel.
Así pues, las gentes de los reinos de Moab y Amón deciden declararle la guerra al frágil y débil reino de Judá gobernado por Josafat.
2 Crónicas 20:7
“Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre?”
A diferencia de los reinos circundantes como Moab y Amón, el reino de Judá profesaba ya abiertamente su fe hacia Dios único y verdadero, el mismo Dios que guio a Moisés en el desierto y le dio las tablas de la ley y al que David dedicó todos sus salmos.
De hecho, Josafat recuerda en sus plegarias como Dios dio a las gentes de Moisés la tierra prometida que ellos ahora habitaban. Si Dios le había ayudado en el pasado, ¿por qué no lo haría ahora?
2 Crónicas 20:14
“Y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová en medio de la reunión”
El pueblo buscó a Dios y, como siempre ha hecho cuando la fe ha unido a un pueblo, Dios respondió. En este caso se manifestó sobre un hombre llamado Jahaziel, el cual actuó como profeta poniendo voz al mensaje de Nuestro Señor.
2 Crónicas 20:15
“y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.”
Y aquí llega el mejor versículo de todos, en el que Dios se dirige a la multitud con un mensaje de esperanza y fuerza que solo pueden sentir aquellos que realmente han buscado alguna vez al Señor.
Dios les dijo: “no temáis, no es vuestra guerra sino la de Dios”. Con estas palabras conseguía infundir la fe en un pueblo que estaba a punto de ser atacado en una situación de gran inferioridad ante un enemigo muy potente.
En la vida debemos seguir este ejemplo, buscar a Dios en todo momento y recordar que nuestro deber es mantener viva la fe. Con esto, Dios procurará por nosotros y conseguirá que nada malo nos ocurra.
2 Crónicas 20:20
“Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.”
En este versículo, Josafat reitera el mensaje enviado por Dios dando más fuerza a su gente. El Señor les había prometido una victoria sin lucha y ellos salieron confiados siguiendo sus órdenes a buscar a aquellos que querían atacarles.
2 Crónicas 20:21
“Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.”
Josafat creyó y su única acción de preparación para aquella batalla fue ordenar a algunas personas que glorificasen a Dios en el campo de batalla con cantos y música.
Como no podía ser de otra forma, Judá venció a los reinos de Moab y Amón, cuyos ejércitos se volvieron los unos contra los otros rompiendo su alianza y dejando al reino de Judá en paz.
Como puedes ver, este mensaje también es aplicable a nosotros mismos. Aquellos que vayan en contra de Dios fracasarán, mientras que los que crean en Él tendrán una vida en paz y con gran felicidad.
2 Crónicas 20:26
“Y al cuarto día se juntaron en el valle de Beraca; porque allí bendijeron a Jehová, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beraca, hasta hoy.”
Después de la victoria, los habitantes de Judá aumentaron enormemente su fe en Dios y llegaron días de celebración en aquella tierra humilde que había vencido con el poder de la fe.
Beraca significa “bendición” en hebreo, de modo que el valle donde bendijeron al Señor, se ha quedado con este nombre.
Este ha sido nuestro comentario bíblico sobre 2 Crónicas 20, junto a su contexto y todo aquello que puede resultarte útil para entender el significado del capítulo. Si te quedan dudas siempre puedes consultar a tu guía espiritual de confianza y orar mucho buscando respuestas en el Señor.
Contexto de 2 Crónicas 20
Después de leer el texto, puede que te preguntes dónde debes ubicar 2 Crónicas 20 en la Biblia y en la cronología de Israel en general. Pues bien, ahora vamos a responder a estas preguntas y conocer el contexto del capítulo para que todo quede más claro.
Si buscas en la Biblia, encontrarás el Segundo Libro de Crónicas en el Antiguo Testamento, después del Primer Libro de Crónicas (1 Crónicas), que asimismo viene precedido por 2 Reyes. Por otro lado, el siguiente libro a 2 Crónicas es Esdras, que también es un libro con una gran carga histórica.
Si bien hoy en día se tratan por separado, los Libros de Crónicas provienen de un único volumen original que luego fue dividido en dos. Ambos narran cronológicamente la historia de Israel de una forma esquemática empezando por Adán y acabando en la liberación del cautiverio judío en Babilonia.
En ellos, también aparecen personajes tan importantes como Adán, Noé, Abraham y David; todos enlazados con una genealogía bien especificada. Así pues, tienes en estos libros una lista de todos los reyes de Israel, sus orígenes y descendencia.
El capítulo 2 Crónicas 20, narra un fragmento del reinado de Josafat, sexto rey de la casa de David. Su reinado sobre Judá, se sitúa por la época del 850 a.C., un periodo poco conocido para la mayoría de creyentes sobre la historia de Israel.
Para que tengas algunas referencias, en ese momento hacía unos 200 años que David había reinado unificando Israel y también faltaban aproximadamente 300 años para la destrucción del Primer Templo y el exilio judío a Babilonia que se narra en libros como el del profeta Jeremías.
Con esto nos despedimos y te damos las gracias por leer nuestros artículos.
¡Recuerda que siempre puedes encontrar muchos más como este en Tu Biblia Online!