La fe es una de las palabras más bonitas, pero también una de las más abstractas y difíciles de explicar del cristianismo. ¿Cómo definirías la fe? Si te has hecho alguna vez esta pregunta, o te has quedado en blanco cuando la has leído, este artículo sobre la fe en la Biblia te va a encantar.
Definición de fe según la biblia
La fe es un concepto muy frecuente en nuestras vidas cristianas y tenemos interiorizado que la fe es uno de los pilares fundamentales del cristianismo.
En Tu Biblia Online nos hemos preguntado si conocemos verdaderamente el significado de esta palabra tan bonita, y en especial al sentimiento al que se refiere. Buscaremos las respuestas en la Biblia Católica para ir a las fuentes principales, aunque también complementaremos el artículo, con la explicación que nos ha ido dando la Iglesia a lo largo de los años.
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Significado de la palabra fe
La palabra fe proviene del latín “fides” que significa fidelidad o confianza. Los romanos representaban estos valores con una diosa del mismo nombre: Fides. Así pues, la fe ha sido considerado un valor fundamental en las sociedades des de hace muchos años.
Hoy en día se le asocian dos significados al mote. El primero es creer en algo y el segundo, eso en lo que creemos. Según el diccionario, la fe es el conjunto de creencias de una religión; entre otros significados. Es por esto que tiene un peso muy importante en el cristianismo y en todas las otras religiones.
Pero, ¿Qué es la fe según la Biblia?
La fe en la Biblia Católica
A lo largo de las páginas de la Biblia Católica, encontramos miles de referencias a la fe. Una de las más conocidas e importantes es la que se hace en Hebreos 11:1.
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1)
En este precioso versículo encontramos la que seguramente es la mejor definición de fe de la historia. La fe no es una creencia, es una certeza. Los cristianos sabemos que Dios nos salvará y que gracias a Él viviremos felices eternamente. Además, no dudamos de que Jesús existió y murió cargando con nuestros pecados; así como también hizo todos sus milagros.
No necesitamos ver a Dios para saber que existe o haber nacido dos mil años antes para tener la certeza de que Jesucristo pasó por este mundo tal y como nos muestran las Sagradas Escrituras. Y esto es por tener fe.
Sabemos que muchas veces es difícil mantener nuestra fe, sobre todo en momentos difíciles. La Biblia nos dice que la fe se refuerza en el Señor y es por esto que es importante leer la biblia y orar, aunque no tengamos ganas. Lo vemos en los versículos Marcos 9:24 y Lucas 17:5.
“E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.” (Marcos 9:24)
“Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.” (Lucas 17:5)
En el mismo capítulo de Hebreos 11, encontramos otra referencia a la fe en la que se nos explica que Dios recompensa a aquellos que tienen fe y que no debemos querer acercarnos a Dios sin una fe pura. Es fácil caer en el error de pensar que Dios es un ser que está allí para conceder nuestros deseos y que nosotros no tenemos que hacer nada. La fe marca la diferencia entre las personas que aman a Dios y las que lo usan.
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que la hay, y que es galardonador de los que le buscan.” (Hebreos 11:6)
En Efesios 2:8-9 Pablo de Tarso nos cuenta como la fe es un regalo de Dios y no es algo que se origine en los humanos. Esto impone diferencias entre la fe divina y la fe que podemos tener en otras personas. La fe en Dios es algo mucho más especial y profundo.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9)
Y ahora que ya hemos visto los distintos significados y conclusiones que podemos extraer al leer la Biblia, también nos podemos preguntar, ¿qué implica tener fe?
Como hemos dicho, la fe es un don que nos da Dios siendo este uno de sus mayores actos de amor hacia nosotros. Combinó ese regalo con el de darnos a su hijo Jesús para que le sigamos y alcancemos la vida eterna.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.” (Juan 3:16)
El poder de la fe según la Biblia Reina Valera
Para la Iglesia, la fe es una de las tres virtudes teologales que son: la fe, la esperanza y la caridad. Estas tres son virtudes que da Dios a la humanidad para que cada uno de nosotros las tenga de manera innata, como un sello que el Señor nos deja demostrando así que somos su creación.
La máxima institución católica, nos dice que los cristianos no debemos caracterizarnos por la fe sino por el objetivo de la fe. La fe no debe ser nuestro estandarte, sino el hacer un mundo mejor a nuestro alrededor con amor. La fe es un impulso a llevar una vida de acuerdo con esto y a seguir el camino que Dios nos muestra.
Para los cristianos, la fe es más cierta que cualquier otro conocimiento humano, ya que está basada en la palabra de Dios y Él, es la Verdad.
Asimismo, tener fe en Dios es un acto voluntario por la propia naturaleza de la palabra. Aunque Dios nos atribuya este don cada ser humano es libre de vivir de acuerdo con él o no. Jesús vivió invitando a la gente que encontraba a convertirse al cristianismo, pero nunca forzó a nadie a hacerlo.
Así pues, esto es la fe y por esto tiene tanta importancia en nuestras vidas. Debemos reflexionar si nuestra fe es fuerte y orar siempre para que así sea. Con fe se pueden conseguir cosas que nuestras mentes no pueden imaginar y tenemos que tenerlo presente en el día a día.
No debemos temer por mostrar nuestra fe al resto del mundo, es más, nuestra misión como conocedores del amor de Dios es compartirla con nuestros conciudadanos para que puedan gozar de una vida plena.
Y si quieres fortalecer tu fe, te compartimos esta bonita oración para que aumentes tu fe en Dios:
Aquí termina este artículo de Tu Biblia Online sobre el significado de la fe según la Biblia Católica. Te invitamos a pensar en todo lo que hemos hablado y a compartirlo con tus seres queridos para reflexionar más profundamente en grupo. ¡Por ahora nos despedimos hasta el siguiente artículo!