El tiempo es uno de los conceptos más presentes en nuestras vidas y no es raro que la Biblia también dedique un capítulo al mismo. ¿Quieres saber que dice? En Eclesiastés 3 encontrarás la respuesta.
Eclesiastés 3 de la Biblia Católica
En un mundo en qué la mayoría de cosas están pensadas para ser hechas en el menor tiempo posible, es normal que aparezcan numerosos casos de estrés y ansiedad y que la gente no sea capaz de ser feliz con su vida.
¿Deberíamos sentirnos presionados por el tiempo? ¿Tenemos que preocuparnos por la fugacidad de la vida? ¿Nos van a quedar cosas pendientes? Todas estas preguntas y muchas más pretenden ser respondidas en Eclesiastés 3 y hoy te traemos un análisis de este capítulo.
Un consejo, aunque el tiempo sea muy importante para ti, tómate este artículo con calma y disfruta de la Palabra de Dios, relajándote y sintiendo el poder de este texto. Hoy vas a aprender muchas cosas de un fragmento muy bonito y que seguramente no conocías.
¡Empezamos cuando quieras!
Eclesiastés capítulo 3 hablado
Para ponerte en situación, primero vas a poder escuchar el capítulo de Eclesiastés 3 en este vídeo. Esto va a ayudarte a preparar tu mente y tu corazón para la oración y entender mucho mejor el capítulo.
Busca un sitio tranquilo, con poco ruido. Piensa que el Señor estará contigo durante este bonito rato y olvídate de todas las preocupaciones del día a día. Es hora de encontrar a Dios, así que con calma abre tu corazón y recíbelo con toda tu fe.
Eclesiastés 3 en español y letra grande
Este texto es como un poema precioso, de modo que es mucho más impactante escuchado que leído. Aun así, ahora puedes leer Eclesiastés 3 completo Reina Valera 1960, para que sigas el texto con una audición, o simplemente para que leas a tu ritmo con calma.
¡Disfruta de lo maravilloso que es este capítulo y no dudes en repetirlo tantas veces como necesites!
Todo tiene su tiempo
1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.
11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
12 Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida;
13 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.
14 He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
15 Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.
Injusticias de la vida
16 Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la justicia, allí iniquidad.
17 Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.
18 Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias.
19 Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.
20 Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo.
21 ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?
22 Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?
Explicación de Eclesiastés 3
Como bien venimos diciendo a lo largo de este artículo, hoy estás delante de uno de los textos bíblicos que más profundizan en la forma de ver y vivir la vida dando un énfasis especial en el tiempo.
Es conocido por todo el mundo que, en general, la sociedad actual está basada en la rapidez y la búsqueda de los placeres efímeros en vez de cultivar y cuidar una felicidad espiritual próspera cercana al Señor.
En esta sección analizaremos Eclesiastés 3 al detalle, con bloques de versículos separados por temáticas y ya verás como no quedará casi nada sin entender. ¡Empecemos!
- Eclesiastés 3:1-8, todo tiene su tiempo
Para la sorpresa de muchos que conozcan bien otros textos bíblicos, Eclesiastés 3 empieza con un poema precioso, repitiendo hasta en 7 ocasiones consecutivas la misma estructura de los versículos.
Esto no es en vano. Aparte de dotar al texto de una belleza muy especial, el autor quiere destacar una palabra: “tiempo”. Esta es repetida tantas veces y seguida de tantas acciones para darnos la seguridad de que no hay que sufrir por ello, tiempo hay mucho para hacer muchas cosas o, como mínimo, para hacer las cosas que Dios nos tiene preparadas para nuestras vidas.
El resumen es el versículo inicial, que te dejamos a continuación en una traducción más actual de la Biblia:
“Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:” (Eclesiastés 3:1 nvi)
Cabe destacar que esta frase también esconde un lado oscuro que no tendemos a pensar. Así como hay tiempo para todas las cosas buenas, también hay tiempo para las malas. Sin duda alguna todos hemos pasado y pasaremos momentos difíciles que formaran parte de nuestras vidas.
Esta secuencia de contrastes entre cosas buenas y malas de la vida nos hace dar cuenta de que no podemos anhelar una vida sin problemas, ya que estos siempre formaran parte de ella aunque no queramos. Simplemente debemos convivir con los problemas e intentar solucionarlos con la ayuda de Dios.
Todos los versículos son bastante claros aunque destaca Eclesiastés 3:3, que menciona algo que se opone claramente con nuestros ideales cristianos.
La traducción del texto original en hebreo al español ha hecho que este tercer versículo empiece con la frase “Tiempo para matar”, contradiciendo a los mandamientos judíos y cristianos sabidos por todos desde la antigüedad.
Debes saber que la palabra matar usada aquí y en los mandamientos es distinta en hebreo y está lejos de significar “cometer un asesinato”.
- Eclesiastés 3:9, Eclesiastés 3:10 y Eclesiastés 3:11; el tiempo de Dios
Estos tres versículos rompen ya con la estructura del poema inicial para separar claramente el tema que se va a tratar.
En la primera parte se ha hablado del tiempo de las personas, que utilizamos para realizar todas las acciones de nuestras vidas. Por otro lado tenemos a Dios, eterno y superior al tiempo.
Es más, Dios creó el universo y con él el tiempo que nosotros sentimos. Así pues, no hay nada que temer; el Señor nos dará el tiempo que necesitemos para vivir una vida plena si seguimos Su Palabra.
El estrés y la ansiedad que aparecen cuando el tiempo es visto como una persecución y no como un aliado. Una vida vivida siguiendo el camino del Señor probablemente no tendrá problemas de este típico o serán mucho menores.
- Eclesiastés 3:12-15; conclusión final
Los últimos versículos de esta parte sirven para destacar lo que Salomón entiende sobre el tiempo. Como bien dice, el Señor sabe nuestro presente, nuestro pasado y nuestro futuro.
Además, Dios es amor infinito, de modo que todo va a ir bien al final, aunque los momentos malos abunden en nuestras vidas. Toda situación mala precederá a una futura mucho mejor que nos hará dar cuenta de lo importante que es que haya problemas en nuestra vida.
El Señor no nos ha traído al mundo para sufrir, y por esto tenemos tiempo para disfrutar con nuestros seres queridos usando todo aquello que hemos ganado con nuestro sudor. Aprovecha bien el tiempo y utilízalo sabiamente como el Señor quiere que lo utilices.
- Eclesiastés 3:16-22; las injusticias de la vida
La segunda parte de Eclesiastés 3 está dedicada a un tema distinto, aunque algo relacionado con el de la primera parte. Aquí Salomón se da cuenta de que en este mundo hay mucha gente que emplea el tiempo para su propio beneficio, dañando a los demás y actuando con egoísmo y mucha avaricia.
El mensaje es claro, no sientas envidia por ellos, aunque algunos parezcan vivir exitosamente en lo material, su vida espiritual está estancada y el tiempo dura mucho más que una simple vida humana.
Ten paciencia, el Señor es eterno y las cosas no cambian muchas veces en días, meses ni años. La constancia en el amor hacia Dios es lo que te llevará al verdadero éxito de esta vida y tendrás lo que es justo para ti.
Oración Eclesiastés 3
Aquí ha finalizado el comentario bíblico de Eclesiastés 3, aunque antes de que te vayas te proponemos ver este vídeo de oración, para que le dediques un trocito de tu día al Señor y termines de comprender todo lo que aquí has aprendido.
Contexto de Eclesiastés 3 Reina Valera
Antes de ir con el análisis de Eclesiastés 3, vamos a mostrarte su contexto, que seguro que te hará entender mucho mejor el mensaje del capítulo.
Este es el tercer capítulo del Libro del Eclesiastés, perteneciente al Antiguo Testamento de la Biblia que comparten cristianos y judíos. A diferencia de otros libros de esta parte de la Biblia como los libros proféticos, este libro no narra hechos históricos del pueblo judío.
Junto con Proverbios y Salmos, forman el grupo de los llamados libros sapienciales, cuyo objetivo es educar a los fieles para que obren según los designios de Dios. Eclesiastés es una obra filosófica muy profunda que te recomendamos leer, ya que te hará reflexionar sobre muchos aspectos de la vida.
Por lo que tiene que ver con el capítulo de hoy, has podido comprobar que se trata de una obra plenamente dedicada pensar en el valor del tiempo en nuestras vidas, un tema de vital importancia en el mundo actual.
El Libro del Eclesiastés fue escrito por el rey Salomón según la tradición religiosa y este a su vez era hijo del rey David, unificador de Israel y autor de los Salmos. A esta dupla padre e hijo se le otorgan los ya mencionados libros y además Proverbios, que fue escrito por Salomón.
Así pues, debemos agradecer a estos dos importantes personajes por dejar tan valiosas obras para nuestro conocimiento y sentar las bases de comportamiento para vivir la fe plenamente.
El tiempo ha pasado mientras leías este artículo que ahora llega a su final. Esperamos que sientas que estos minutos han sido bien empleados y que conozcas hoy un nuevo texto bíblico que te ayude en tu vida.
Así pues, nosotros te decimos adiós y ¡nos despedimos hasta el siguiente artículo!
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