El capítulo 27 del Evangelio según Mateo nos sumerge en los eventos cruciales que preceden y culminan en la crucifixión de Jesucristo. Este capítulo es fundamental no solo por su contenido histórico y espiritual, sino también por las profundas lecciones de fe, redención y sacrificio que imparte. Desde la angustia de Judas, quien traiciona a Jesús, hasta el simbólico gesto de Pilato lavándose las manos, cada versículo está cargado de significado y emoción.
Exploraremos cada segmento de Mateo 27 para entender mejor cómo estos eventos se entrelazan con el propósito divino y qué pueden enseñarnos hoy en día sobre la justicia, la misericordia y la esperanza. Este análisis no solo es esencial para los creyentes que buscan profundizar en su fe, sino también para cualquier persona interesada en las implicaciones éticas y espirituales de las acciones de Jesús y los que lo rodeaban.
Prepárate para un recorrido emocional y revelador a través de uno de los capítulos más intensos y transformadores del Nuevo Testamento.
Mateo 27 al completo en español y letra grande
Mateo 27
- Cuando llegó la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo tomaron consejo contra Jesús para entregarlo a muerte.
- Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador.
- Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que había sido condenado, se arrepintió y devolvió las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,
- diciendo: “Yo he pecado entregando sangre inocente.” Pero ellos dijeron: “¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!”
- Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.
- Y los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: “No es lícito ponerlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.”
- Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de extranjeros.
- Por lo cual aquel campo ha sido llamado Campo de Sangre hasta el día de hoy.
- Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, que dijo: “Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, que fue apreciado por los hijos de Israel;
- y las dieron por el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.”
- Jesús estuvo delante del gobernador; y el gobernador le preguntó, diciendo: “¿Eres tú el Rey de los judíos?” Jesús le dijo: “Tú lo dices.”
- Y siendo acusado por los principales sacerdotes y los ancianos, nada respondió.
- Pilato entonces le dijo: “¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?”
- Pero él no respondió ni una palabra; de modo que el gobernador estaba muy asombrado.
- Ahora bien, en la fiesta el gobernador acostumbraba soltar al pueblo un preso, el que quisieran.
- Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás.
- Reunidos, pues, ellos, Pilato les dijo: “¿A quién queréis que os suelte? ¿A Barrabás, o a Jesús que es llamado el Cristo?”
- Porque sabía que por envidia le habían entregado.
- Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: “No tengas nada que ver con ese justo, porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él.”
- Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a las multitudes para que pidieran a Barrabás, y mataran a Jesús.
- Respondiendo el gobernador, les dijo: “¿Cuál de los dos queréis que os suelte?” Y ellos dijeron: “A Barrabás.”
- Pilato les dijo: “¿Qué, pues, haré con Jesús que es llamado el Cristo?” Todos le dijeron: “¡Sea crucificado!”
- Y el gobernador les dijo: “Pues ¿qué mal ha hecho?” Pero ellos gritaban aún más, diciendo: “¡Sea crucificado!”
- Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: “Inocente soy de la sangre de este justo; allá vosotros.”
- Y respondiendo todo el pueblo, dijo: “Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.”
- Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.
- Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía;
- y desnudándole, le pusieron un manto escarlata;
- y tejiendo una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y una caña en su mano derecha; y doblando la rodilla delante de él, le burlaban, diciendo: “¡Salve, Rey de los judíos!”
- Y escupiéndole, tomaron la caña y le golpeaban en la cabeza.
- Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas, y le llevaron para crucificarle.
- Y saliendo, hallaron a un hombre de Cirene, que se llamaba Simón; a éste obligaron a llevar su cruz.
- Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa Lugar de la Calavera,
- le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; y después de haberlo probado, no quiso beber.
- Cuando le crucificaron, repartieron sus vestidos, echando suertes; para que se cumpliese lo dicho por el profeta: “Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.”
- Y sentados, le guardaban allí;
- y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS.
- Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda.
- Y los que pasaban le injuriaban, meneando sus cabezas,
- y diciendo: “Tú que destruyes el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo. Si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.”
- De igual manera también los principales sacerdotes, con los escribas y ancianos, se burlaban de él, diciendo:
- “Salvó a otros; a sí mismo no se puede salvar. Si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.
- Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: ‘Soy Hijo de Dios.'”
- Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él.
- Desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
- Y cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: “Elí, Elí, ¿lama sabactani?” esto es: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”
- Y algunos de los que estaban allí, oyéndolo, decían: “A Elías llama este.”
- Y al instante uno de ellos corrió, y tomando una esponja, la llenó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber.
- Pero los otros decían: “Deja, veamos si viene Elías a salvarle.”
- Mas Jesús, habiendo clamado otra vez a gran voz, entregó el espíritu.
- Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;
- y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido se levantaron;
- y saliendo de los sepulcros después de su resurrección, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.
- El centurión y los que estaban con él guardando a Jesús, viendo el terremoto y las cosas que habían acontecido, tuvieron gran temor, diciendo: “Verdaderamente este era Hijo de Dios.”
- Y estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, que habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole;
- entre las cuales estaban María Magdalena, María madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
- Cuando llegó la tarde, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús.
- Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.
- Y tomando el cuerpo, José lo envolvió en una sábana limpia,
- y lo puso en su nuevo sepulcro, que había labrado en la roca; y revolviendo una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.
- Y estaban allí María Magdalena y la otra María, sentadas frente al sepulcro.
- Al día siguiente, que es después de la preparación, los principales sacerdotes y los fariseos se reunieron con Pilato,
- diciendo: “Señor, nos hemos acordado de que aquel engañador dijo, mientras aún vivía: ‘Después de tres días resucitaré.’
- Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche y lo roben, y digan al pueblo: ‘Ha resucitado de los muertos;’ y el último engaño será peor que el primero.”
- Pilato les dijo: “Tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis.”
- Y ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.
Explicación de los versículos de Mateo 27
Desglosamos Mateo 27 versículo por versículo, proporcionando un análisis detallado que revela la profundidad teológica y emocional de los eventos que rodean la crucifixión de Jesús. Este capítulo no solo es central en la narrativa del Nuevo Testamento, sino que también es crucial para entender el sacrificio y la redención en el cristianismo.
“Cuando llegó la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo tomaron consejo contra Jesús para entregarlo a muerte.“
Este versículo establece el tono sombrío del capítulo, mostrando cómo las autoridades religiosas conspiran activamente contra Jesús. Refleja la gravedad de la oposición que enfrentó y el cumplimiento de las profecías mesiánicas sobre su sufrimiento y muerte.
“Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador.“
La entrega de Jesús a Pilato, el gobernador romano, marca la transición del juicio religioso al político, subrayando la universalidad del rechazo que Jesús enfrentó, no solo de parte de los judíos, sino también de la autoridad romana.
“Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que había sido condenado, se arrepintió y devolvió las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,“
Judas, al ver las consecuencias de su traición, intenta deshacer su error devolviendo el precio de su traición. Este acto de remordimiento contrasta con la inmutabilidad del destino de Jesús, mostrando la complejidad de las emociones humanas y las decisiones erróneas.
“diciendo: ‘Yo he pecado entregando sangre inocente.’ Pero ellos dijeron: ‘¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!’“
La confesión de Judas y la indiferencia de los sacerdotes resaltan la corrupción y la falta de empatía de las autoridades religiosas, quienes, a pesar de ser conscientes de la inocencia de Jesús, eligen ignorar la justicia por conveniencia política y religiosa.
“Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.“
El suicidio de Judas es el trágico final de un hombre atormentado por su culpa. Este acto extremo subraya las consecuencias devastadoras del pecado y la traición, así como la desesperación que puede seguir al reconocimiento del propio error.
“Y los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: ‘No es lícito ponerlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.’“
Incluso en su hipocresía, los sacerdotes reconocen que el dinero usado para traicionar a Jesús es corrupto, aunque su reconocimiento no cambia su comportamiento ni su decisión de proceder con la crucifixión.
“Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de extranjeros.“
La compra del campo del alfarero con el dinero de la traición simboliza cómo incluso los actos malvados pueden tener resultados inesperados, en este caso, proporcionando un lugar de descanso para los no judíos, lo que puede interpretarse como un símbolo de la extensión del cristianismo más allá de los límites judíos.
Cada uno de estos versículos de Mateo 27 no solo narra eventos históricos, sino que también ofrece lecciones profundas sobre la justicia, la misericordia, el arrepentimiento y la redención. Este análisis busca proporcionar una comprensión más rica de estos temas cruciales y su relevancia continua en la vida espiritual y ética de los creyentes.
Significado y reflexión final sobre Mateo 27
Mateo 27 nos confronta con uno de los momentos más trascendentales y emotivos de la Biblia: la crucifixión de Jesucristo. Este capítulo no solo narra los eventos físicos que llevaron a la muerte de Jesús, sino que también nos invita a reflexionar sobre temas profundos como la traición, la injusticia, el sacrificio y la redención.
A través de la traición de Judas y la posterior desesperación que lo llevó al suicidio, aprendemos sobre las consecuencias devastadoras del remordimiento y la importancia de buscar el perdón y la reconciliación antes de que sea demasiado tarde. La indiferencia de los sacerdotes hacia Judas resalta la frialdad y la falta de compasión que puede surgir cuando los corazones están endurecidos por la ambición y el poder.
La interacción de Pilato con Jesús y su eventual decisión de lavarse las manos simbolizan la lucha interna entre la conciencia y la cobardía frente a la presión pública. Esto nos enseña sobre la importancia de la integridad personal y el coraje para defender la verdad y la justicia, incluso cuando es incómodo o peligroso hacerlo.
Finalmente, la crucifixión y la muerte de Jesús son el epítome del sacrificio altruista. Jesús, siendo inocente, aceptó sufrir y morir por los pecados de la humanidad, ofreciendo una oportunidad de salvación para todos. Este acto de amor incondicional es un modelo de la gracia divina que nos desafía a vivir vidas de servicio, perdón y amor hacia los demás.
La historia de Mateo 27 es una invitación a reflexionar sobre nuestras propias vidas: nuestras decisiones, nuestros fallos y nuestras oportunidades para manifestar gracia y verdad. Nos anima a no ser espectadores pasivos de la injusticia, sino a ser activos en la búsqueda de la justicia y la promoción de la paz.
Esperamos que este análisis te inspire a profundizar en tu comprensión y a vivir de manera más plena según los principios que Jesús enseñó. Te invitamos a continuar explorando las ricas enseñanzas de la Biblia en Tu Biblia Online, donde cada artículo está diseñado para fortalecer tu fe y enriquecer tu caminar espiritual.