Deuteronomio 31 es un texto de gran valor histórico que nos enseña que nuestra ambición siempre debe ser compatible con el mandato de Dios y con humildad tenemos que aceptar nuestra misión. ¡Hoy te lo vamos a mostrar en este artículo!
Deuteronomio 31 de la Biblia Católica
Conocer la historia de los grandes personajes de la Biblia es algo fundamental y precioso que nos ayuda a entender mucho más la Palabra de Dios y nos da lecciones de vida que difícilmente aprenderíamos sin su existencia.
Moisés fue uno de estos grandes personajes y como no puede ser de otra forma, grandes enseñanzas se pueden sacar de sus textos y vivencias. En este caso nos encontramos con Deuteronomio 31, uno de los últimos capítulos de su larga vida en el que nos muestra su carácter fiel a Dios.
En el artículo de hoy de Tu Biblia Online vamos a mostrarte esta bella historia bíblica, comentando los hechos más importantes de la parte final de la vida de Moisés y reflexionando sobre las enseñanzas que podemos extraer.
Deuteronomio 31 en español y letra grande
Ahora puedes culminar tu primer contacto con Deuteronomio 31 leyéndolo al ritmo que te apetezca, gozando cada precioso mensaje que puedes hallar en el texto. Se trata del capítulo en versión Reina Valera 1960 de la Biblia, la cual es considerada por muchos la mejor traducción de la Biblia en la actualidad.
Josué es instalado como sucesor de Moisés
1 Fue Moisés y habló estas palabras a todo Israel,
2 y les dijo: Este día soy de edad de ciento veinte años; no puedo más salir ni entrar; además de esto Jehová me ha dicho: No pasarás este Jordán.
3 Jehová tu Dios, él pasa delante de ti; él destruirá a estas naciones delante de ti, y las heredarás; Josué será el que pasará delante de ti, como Jehová ha dicho.
4 Y hará Jehová con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su tierra, a quienes destruyó.
5 Y los entregará Jehová delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo lo que os he mandado.
6 Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.
7 Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.
8 Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.
9 Y escribió Moisés esta ley, y la dio a los sacerdotes hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto de Jehová, y a todos los ancianos de Israel.
10 Y les mandó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos,
11 cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos.
12 Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley;
13 y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.
14 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí se ha acercado el día de tu muerte; llama a Josué, y esperad en el tabernáculo de reunión para que yo le dé el cargo. Fueron, pues, Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo de reunión.
15 Y se apareció Jehová en el tabernáculo, en la columna de nube; y la columna de nube se puso sobre la puerta del tabernáculo.
16 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para estar en medio de ella; y me dejará, e invalidará mi pacto que he concertado con él;
17 y se encenderá mi furor contra él en aquel día; y los abandonaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en aquel día: ¿No me han venido estos males porque no está mi Dios en medio de mí?
18 Pero ciertamente yo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos.
19 Ahora pues, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel.
20 Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán y se saciarán, y engordarán; y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me enojarán, e invalidarán mi pacto.
21 Y cuando les vinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara como testigo, pues será recordado por la boca de sus descendientes; porque yo conozco lo que se proponen de antemano, antes que los introduzca en la tierra que juré darles.
22 Y Moisés escribió este cántico aquel día, y lo enseñó a los hijos de Israel.
23 Y dio orden a Josué hijo de Nun, y dijo: Esfuérzate y anímate, pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo.
Orden de guardar la ley junto al arca
24 Y cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse,
25 dio órdenes Moisés a los levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, diciendo:
26 Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti.
27 Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto?
28 Congregad a mí todos los ancianos de vuestras tribus, y a vuestros oficiales, y hablaré en sus oídos estas palabras, y llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra.
29 Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos.
Cántico de Moisés
30 Entonces habló Moisés a oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo.
Deuteronomio 31:6 Reflexión
Con este texto tan trascendente de humildad y ánimo, esperamos haberte infundido un poco de la fuerza que transmite.
Para que el mensaje llegue un poco más a lo más profundo de tu corazón, te invitamos a ver el siguiente vídeo de reflexión sobre Deuteronomio 31:6, con el que encontrarás las ganas necesarias para enfrentarte a tus problemas y salir adelante.
Explicación de Deuteronomio 31
Para entender bien el capítulo de Deuteronomio 31, haremos un análisis detallado de los versículos más destacados, aquellos que son clave para el desarrollo de la historia y que de ningún modo te puedes perder.
Con ellos analizaremos los versículos que los rodean, así que no te preocupes porque no te vas a perder nada.
Deuteronomio 31:4
“Y hará Jehová con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su
tierra, a quienes destruyó.”
El capítulo empieza así: un anciano Moisés de voluntad inquebrantable ha conseguido guiar a su pueblo por el desierto y llegar a las puertas de la tierra prometida, aunque no le corresponde a él cruzar el río Jordán y tomarla, sino que quien lo hará será Josué.
El Señor advierte que el establecimiento de los judíos en la tierra de Canaán no será un proceso fácil, ya que los habitantes de aquel entonces actuarían belicosamente, impulsados por sus creencias en falsos y violentos dioses.
Las victorias sobre Sehón y Og se narran en el libro de Números que, como ya te hemos dicho, precede al de Deuteronomio tanto en la Biblia como en orden temporal. Estos dos reyes impidieron el paso del pueblo de Israel a través de su territorio y los atacaron con toda su fuerza.
Así pues, nada se impone en el deseo del Señor, y los israelitas debían llegar a su tierra prometida, así como nosotros llegaremos a la salvación eterna si seguimos la voluntad de Dios, aunque la tentación y otras personas malvadas quieran impedirlo.
Deuteronomio 31:6
“Sean fuertes y valientes, pues Dios peleará por ustedes; no tengan miedo de esos países,
porque Dios no los abandonará” (Deuteronomio 31:6 Lenguaje Actual)
Tras esta advertencia del peligro que supone entrar en la tierra prometida, el Señor infunde el ánimo a su pueblo y los impulsa a seguir adelante con su apoyo.
Este mensaje trasciende a su contexto histórico y llega hasta nosotros, para darnos las ganas de seguir viviendo y quitarnos los miedos acerca de nuestro futuro. El Señor está contigo en todo momento y con su escudo no hay nada que temer.
Nuestro deber es dar todo lo que podemos y esforzarnos para seguir la Palabra de Dios y no caer en la tentación, aunque es verdaderamente difícil. Y aun de este modo, no temas si no lo consigues, acepta con humildad tu error y el Señor te perdonará con todo su amor.
Deuteronomio 31:7
“Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque
tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.”
En este precioso versículo Moisés cede el liderazgo de su pueblo a Josué, uno de los más fieles y mejores generales de Israel; siendo este el hombre que debía guiar a los judíos hasta el final, continuando así la misión de Moisés.
Lo más importante aquí es saber que Moisés, aun con su avanzada edad, seguía capacitado para continuar adelante, pero el Señor ya había previsto que su misión debía
terminar allí y, humildemente retirarse para morir en paz.
Como buen creyente, Moisés había aceptado su destino y misión y no dudó en cumplir con el mandato de Dios, a diferencia de muchas otras personas que hubieran querido continuar por egoísmo y fama.
De este versículo podemos aprender que tenemos que dejarnos guiar por el Señor, escucharlo con nuestro corazón y Su Palabra; y dejar que prosiga con su obra. Las
ambiciones personales deben ir de acuerdo con Dios y nunca sobrepasarlas, puesto que es Él quien nos debe guiar y decir cuando es suficiente.
Deuteronomio 31:8
“Dios mismo será tu guía, y te ayudará en todo; él jamás te abandonará. ¡Echa fuera el miedo y la cobardía!” (Deuteronomio 31:8 tla)
Aquí encontramos el versículo más conocido de Deuteronomio 31, que repite de una forma más clara y contundente lo que ya habíamos visto anteriormente: el Señor es tu guía y con Él nada debes temer.
Nuestros objetivos en la vida deben tener en cuenta a Dios y deben estar dedicados a Él. Solo así podemos conseguir la felicidad verdadera y con su amor vivir sin temer a nada ni a nadie.
Con fe podemos gritar desde lo más profundo de nuestro ser: ¡Fuera el miedo y la cobardía! Esta convicción solamente es posible si creemos en Nuestro Señor, ya que es Él quien nos da la fuerza para tenerla.
Deuteronomio 31:16
“Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para estar en medio de ella; y medejará, e invalidará mi pacto que he concertado con él”
Durante la transferencia del liderazgo entre Moisés y Josué, el Señor les advierte de que su pueblo, una vez asentado y con todas las necesidades cubiertas, se olvidará de su pacto y empezará a adorar a falsos dioses.
Para ello, les entrega un cántico que puedes encontrar en Deuteronomio 32 y que debían recordar cuando las cosas se torciesen debido a su voluntad débil.
Deuteronomio 31:18
“Pero ciertamente yo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos.”
El Señor dice que cuando llegue el día que Israel le traicione, Él no estará allí para protegerlos más, y muchas desgracias acontecerán.
Como no puede ser de otro modo, todo esto llegó a acontecer y muchos de estos hechos están narrados en los libros posteriores a estos, como los de Jeremías o Isaías; siendo esta traición al pacto un tema recurrente hasta la llegada de Jesucristo, quien renovó el pacto y las leyes de Dios.
Deuteronomio 31:24
“Y cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse,”
Aquí encontramos el momento en el que Moisés escribe sus cinco libros por orden del Señor. Los capítulos posteriores que terminan con Deuteronomio fueron añadidos por Josué, narrando así la muerte de Moisés y su posterior ascensión como líder.
Estos libros debían ser custodiados por los sacerdotes de Israel y sus enseñanzas fueron la nueva ley imperante durante más de mil años y hasta el nacimiento de Jesús.
Contexto de Deuteronomio 31
Tras conocer el texto, es lógico que te situemos en el contexto adecuado, tanto dentro de la Biblia como cronológicamente en la historia de la humanidad.
Para ello, debes saber que la Biblia está dividida en dos partes: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. El primero es el conjunto de libros escritos antes de la venida de Cristo al mundo, mientras que el segundo son los libros que narran la vida de Jesús y algunos hechos posteriores que fueron consecuencia de ella.
El libro de Deuteronomio se encuentra en el Antiguo Testamento, siendo uno de los textos sagrados más antiguos que se tienen documentados, ya que en este caso su autor fue Moisés, quien vivió más de mil años antes que Jesús.
Deuteronomio es el último libro de Moisés y el que narra su muerte. Viene precedido por Génesis, Éxodo, Levítico, y Números; también escritos por él mismo y que narran la historia bíblica cronológicamente. Así que, si quieres entender el origen del cristianismo, ¡ya sabes donde debes buscar!
En el análisis del capítulo daremos más detalles, pero debes situar Deuteronomio 31 justo antes de la llegada de los judíos a la tierra prometida después del éxodo de Egipto. Para entrar, los judíos deberán cruzar el río Jordán, aunque esto ya es parte del libro de Josué, como puedes ver en este capítulo.
¡Que Dios te bendiga y hasta la próxima!