Historias Bíblicas para Niños

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¿Quién no conoce la Biblia y su mensaje? Probablemente reconoces su poder inspirador y sueles leerla en momentos de ánimos bajos, pero además de ser un libro que es capaz de iluminarnos el camino, es también una herramienta educativa muy poderosa.

Existen narraciones cristianas muy interesantes de las cuales pueden sacarse enseñanzas, moralejas o lecciones para darnos cuenta del sentido de la vida y transmitir la palabra de Dios.

Relatos infantiles cristianos – Cuentos bíblicos

Especialmente para los niños, los cuentos e historias católicas infantiles son un recurso didáctico muy válido para acercar la fe a sus corazones, comprender la trascendencia de su mensaje y reflexionar sobre las implicaciones en su día a día, así como las enseñanzas y valores sociales.

Así que hoy te traemos cuatro historias educativas sobre algunos de los personajes de la Biblia más conocidos. Podrás compartirlos con los más pequeños de casa e iniciarlos no solamente en la fe cristiana, sino en la transmisión de sus principios mediante estos relatos.

Si quieres conocer estos 7 cuentos cristianos que te proponemos, ¡no lo dudes, sigue leyendo!

La Torre de Babel

La Torre de Babel 🗼💬 | Historia de la Biblia | Mi primera biblia | 06

Hace muchos, muchos años, todos los hombres hablaban el mismo idioma, por lo que no tenían problemas de comunicación y todos se entendían. Hasta que un día, un grupo de personas ambiciosas de Oriente, decidieron empezar a crear su propio reino en una gran explanada. Alguien dijo:

  • Necesitamos construir un edificio imponente que alerte a los demás de nuestro poder. ¡Seremos más poderosos que el mismo Dios!
  • Construiremos un edificio que roce el cielo, que toque hasta las nubes -decía otro.

Y fue así como poco a poco, decidieron construir la Torre de Babel.

Mientras, Dios contemplaba la enorme torre que empezaban a construir aquellos hombres:  

  • Les pedí que fueran humildes y ahora quieren imponer su poder unos sobre otros. Sólo construyen esta torre porque quieren convertirse en los más poderosos del mundo. Veremos cómo se las apañan si no hablan el mismo idioma.

Así fue como Dios cambió la lengua de los hombres que estaban construyendo la torre. Estos empezaron a confundirse entre ellos y finalmente se instaló el caos. Desesperados, los hombres abandonaron la construcción y cada uno se estableció en un lugar diferente.

Y es por eso que todos los hombres hablan idiomas distintos, y cómo aquella torre tomó el nombre de Torre de Babel, ya que Babel significa confusión.

David vence a Goliat

La Historia de David y Goliat - Mi Pequeña Biblia

Hace muchísimos años en Israel nació David, un niño en el seno de una familia humilde que ayudaba a su padre con las ovejas. Los hermanos mayores de David, en cambio, luchaban con el ejército contra los filisteos.  

Estos tenían aterrorizados al pueblo y los soldados, ya que entre ellos había un guerrero de una talla temible llamado Goliat. Un día, entre batalla y batalla, Goliat se dirigió al pueblo israelita en busca del soldado más fuerte del reino:

  • Israelitas, que venga el guerrero más valiente a luchar contra mí. Si logra derrotarme, seremos vuestros esclavos, pero si pierde, lo seréis vosotros.

Pasaron 40 días y ninguno de los ciudadanos de Israel tenía el valor suficiente para luchar contra el gigante. Hasta que un día, después de hablar con sus hermanos, David dijo:

  • Si nadie lo hace, iré yo.

Los hermanos de David, al escucharlo, quisieron frenar su alarde de valentía. También el rey Saúl, quien advirtió a David:

  • Joven David, no debes luchar contra Goliat. Eres pequeño y joven, y Goliat es un enorme guerrero experimentado.
  • Soy pequeño pero soy valiente -decía David-. Maté un oso y un león que se llevaron las ovejas de mi padre y acabaré con Goliat con la ayuda de Dios.

David logró convencer al Rey Saul y antes de dirigirse a Goliat, cogió cinco piedras de un río y las metió en su morral:

  • Goliat, acepto el desafío. Lucharé por mi pueblo.

Goliat no podía creer que el rey dejara luchar contra él a un joven y pequeño pastor. Pero finalmente, aceptó la propuesta de David:

  • Acabaré contigo en un abrir y cerrar de ojos.
  • Tú tienes una espada, una lanza y una jabalina, pero yo tengo algo más poderoso que cualquier arma: yo vengo en nombre de Dios y con su ayuda te derrotaré. 

Entonces, David cogió una piedra y la lanzó contra Goliat. La piedra impactó en la cabeza de Goliat con tanta fuerza que lo derribó al suelo, cayendo derrotado

Y así fue como el joven David liberó a los israelitas de los filisteos y dio una lección de valor, valentía y fe a todo su pueblo.

Historia de Jesús y la tempestad en dibujos

Historias de la Biblia - Jesús calma la tormenta

En un día soleado, Jesús estaba enseñando a sus discípulos a las orillas del mar Galilea. Cuando acabó con sus oraciones, dijo a sus alumnos que debían dirigirse al otro lado de la orilla.

Las trece personas lo siguieron y se subieron a un bote para cruzar el mar. Después de navegar durante un rato, empezó a formarse una gran tormenta que amenaza al bote y sus integrantes. La tempestad cayó sobre ellos y el barco empezó a cubrirse de agua.

Mientras tanto, Jesús estaba completamente dormido en la popa. Los discípulos lo despertaron y suplicaron que los ayudara: “¡Sálvenos Señor, vamos a morir!”

Sin embargo, Jesús parecía estar muy tranquilo. No tenía miedo de morir. “¿Por qué tenéis miedo? Todavía no tenéis fe?”

A continuación, Jesús se levantó y le habló al mar: “Silencio, quédate quieto”.

El viento se calmó y el mar quedó en completa calma. Toda la tripulación quedó asombrada: “¿Qué clase de hombre es este, que incluso los vientos y el mar lo obedecen?”, se preguntaban. Desde entonces tuvieron fe y confianza en Jesús.

La enseñanza más importante de este cuento es que todos debemos tener fe para salir adelante. A veces, la vida nos pone frente a problemas o situaciones que nos parecen muy complicadas, pero con fe e inteligencia, cualquier obstáculo es posible de superar. Nunca debemos dejarnos llevar por el miedo ni la desesperación. 

Historia del Rey Salomón para niños

Había una vez un rey sabio llamado Salomón. Todos los habitantes del pueblo acudían a su palacio para resolver sus problemas. Un día se presentaron ante él dos mujeres. Una de ellas le dijo:

– Señor, ella y yo vivimos en la misma casa. Hace unos días di a luz a un niño y unos días más tarde nació su hijo. Vivimos solas y nadie nos visita. Una noche su hijo murió porque ella se acostó sobre él y mientras yo descansaba ella cambió mi hijo vivo por su hijo muerto. El día siguiente me di cuenta que ese no era mi hijo.

La otra mujer interrumpió diciendo que estaba mintiendo, que era su hijo el que estaba vivo y el suyo muerto. Las mujeres empezaron a discutir fuertemente hasta que que el Rey Salomón tomó la palabra:

– Partan al niño en dos y quédense una mitad cada una.

En ese momento, la verdadera madre del niño gritó entre lágrimas:

– ¡No, por favor, no lo maten! Denle el niño a ella.

Por el contrario, la otra mujer dijo:

– Lo más justo es que tengamos la mitad cada una, pártanlo.

De esta manera tan astuta, el Rey Salomón pudo saber quién era la madre verdadera y entregó el niño antes de que lo mataran. La inteligencia de Salomón demostró ser superior a la madre que mentía, pues una madre es capaz de renunciar a su hijo y hacer cualquier cosa para protegerlo.

Relato para niños: Historia de José el soñador

José, el soñador 💭💤 | Historia de la Biblia | Mi Primera Biblia | 16

José es sin duda un personaje muy importante del libro de Génesis. En él y Abraham se enfocan gran parte de los relatos de este libro y por ello son dos de los personajes más conocidos. ¿Quieres conocer su biografía? ¡Sigue leyendo!

José fue el primer hijo de Jacob y Raquel. Su nombre tiene que ver con el deseo de Raquel a que Dios le diera un hijo más. Su madre murió al dar a luz a Benjamín en Canaán, donde José se crió pastoreando ovejas.

Cuando José era un jovencito de 17 años, su padre le hizo una túnica de muchos colores. Sus hermanos, al ver el favoritismo de su padre, empezaron a sentir envidia. Por otro lado,  José tenía un don especial: sus sueños le revelaban acontecimientos futuros. Esto causó que el odio de sus hermanos creciera aún más. 

Finalmente sus hermanos lo vendieron como esclavo a unos mercaderes y mancharon su túnica con sangre, haciendo creer a su padre que un animal había matado a José. Estos mercaderes lo llevaron a Egipto y lo vendieron a Potifar, un oficial de Faraón. Entre José y Potifar surgió una gran amistad hasta que la mujer de este quiso seducir a José. No logró que cayera en el pecado de Dios y por despecho acusó a José de intentar abusar de ella.

Potifar mandó injustamente a José a la cárcel, donde él fue obediente y hasta organizó la vida de la cárcel, que llegó a ser un lugar mejor para todos. Algunos de los presos le pedían ayuda a José para interpretar sus sueños, entre ellos un copero y un panadero, quienes impresionados por el don de José, lo recomendaron al faraón.

Con la ayuda de Dios, José explicó los sueños de Faraón, que revelaban que habría siete años de abundancia increíbles seguidos por siete años de escasez terrible. Entonces el Faraón puso a José como segundo gobernador para que se encargara de almacenar provisiones para el tiempo de escasez. 

Mientras el resto del mundo pasaba hambre, Egipto tenía suficiente comida, e incluso comerciaba maíz con otros pueblos. Hasta que un día los hermanos de José aparecieron en Egipto para comprar comida. Él los reconoció enseguida pero ellos no. 

José tomó como rehén a Simeón y ordenó que trajeran a Benjamín, el hermano menor, para comprobar que no eran espías. Cuando los hermanos volvieron con Benjamín, José ordenó una gran fiesta para tratar de juntar otra vez la familia y comprobar si había arrepentimiento en su alma.

Finalmente reveló su identidad y sus hermanos se inclinaron ante él como muestra de admiración y compasión. José ordenó traer a su padre Jacob a Egipto para que todos fueran alimentados durante la escasez.

José nunca se vengó de sus hermanos, sino que cuidó de ellos en Egipto. Antes de morir a la edad de 110 años, José hizo prometer a sus hermanos que cuando Dios les diera la Tierra Prometida, llevarían sus huesos de Egipto a tal tierra.

“¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar. Vuelve a compadecerte de nosotros. Pon tu pie sobre nuestras maldades y arroja al fondo del mar todos nuestros pecados.”  Miqueas 7: 18-19

Cuento bíblico: Historia de Abraham y Sarah

La historia de Abraham | Mi primera biblia | Historias de la Biblia | Colección

Hace tiempo vivía un hombre llamado Abraham. Cada mañana al levantarse le agradecía a Dios por todas las bendiciones que había recibido. Un día, conoció a una mujer llamada Sarah de la que se enamoró. Ella también era una devota de mucha fe.

Pasó un tiempo y se casaron y decidieron formar una familia. Lamentablemente no conseguían tener un hijo. A Abram, le preocupaba profundamente envejecer sin poder tener descendencia.

“¿A quién le voy a dejar todas mis cosas cuando muera?”, se preguntaba. Fue entonces cuando el Señor, al darse cuenta de su angustia, le hizo una promesa. Dios le preguntó si podía contar todas las estrellas que había en el cielo. Abraham respondió que eran demasiadas, por lo que era imposible. 

Entonces Dios le dijo: “De la misma manera que hay tantas estrellas en las alturas, vas a tener muchos hijos”. Esas palabras de esperanza inspiraron a Abraham a seguir intentándolo y no desesperarse. 

Pasaron los años y Abraham cumplió noventa años. Parecía que su edad le impediría ser padre, pero entonces llegaron tres viajeros a su casa para pedir posada. Abraham fue muy amable con los hombres y les llevó pan, leche y carne.

“¿Dónde está tu esposa?” le preguntó uno de ellos. Abraham les dijo que estaba durmiendo y el viajero le respondió: “Acuérdate de lo que te digo: en un año volveré a visitarte y para entonces, tu ya habrás tenido un hijo”.

Esas palabras inesperadas para Abraham le hicieron ponerse a reír. ¿Cómo podía ser posible? No le dió más importancia y preparó la cama para los viajeros. Por la mañana siguiente estos partieron y Abraham no podía dejar de pensar en lo que le habían dicho la noche anterior.

Lo que él no sabía es que ese viajero que le había hablado era en realidad el mismo Dios que adoptó forma humana para recordarle que iba a cumplir su promesa. Poco después Sarah quedó embarazada.

Abraham quedó maravillado e impresionado con la obra del Señor. Dieron a luz a su hijo Isaac, y este tuvo una gran descendencia de la que se formó una gran parte de las tribus de Israel. Fue así como Abraham se convirtió en el padre de numerosos pueblos.

Historia de Jeremías, hombre de lágrimas en dibujos

Serie hombres de la Biblia: Jeremías - CRI Kids

Jeremías nació en un pueblo religioso del Reino de Judá. Hilcías, su padre, fue sacerdote y crió a sus hijos en Anatot, un pueblo cercano a Jerusalén. Los padres de Jeremías creyeron que él también sería un sacerdote.

En esos tiempos, los habitantes del pueblo no vivían según la Palabra de Dios, adoraban a dioses falsos. En la juventud de Jeremías, un día Dios le habló: “Yo te conocí antes de que nacieras y planeé que hablaras de mí”.

Jeremías pareció asustado y no creía poder hablar por Dios dada la maldad que lo rodeaba. “No tengas miedo, ve donde yo te envíe y di lo que yo digo. Yo estaré contigo y te haré libre”. Dios tocó la boca de Jeremías.

Dios dio a Jeremías fuerza y valor para tratar de convencer a la gente que Dios los amaba, pero nadie escuchó sus palabras. Ni el Rey ni los sacerdotes se creían a Jeremías. La gente se enfadó tanto con Jeremías que planearon matarlo, pero Dios lo protegió y le dijo: “No ores por este pueblo, no los oiré cuando me pidan ayuda”. 

Jeremías advirtió al rey que perdería la batalla contra el ejército de Babilonia. Este lo mandó directamente a la cárcel, aunque Jeremías siguió predicando la Palabra de Dios incluso cuando salió de la cárcel. Esto enfadó tanto al rey que mandó poner a Jeremías en una cisterna llena de barro.

Pero Dios obró en el corazón del rey. Secretamente rescató a Jeremías y le preguntó por la voluntad de Dios. Él le dijo que tenía que irse al cautiverio para sobrevivir. 

Finalmente el ejército de Babilonia conquistó Jerusalén y Judá. Derribaron y quemaron todos sus edificios. Dios dijo que su pueblo estaría en cautiverio por 70 años y luego él los volvería a la Tierra Prometida.

“Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte.” Jeremías 1:19

¡Esperamos que estas historias te hayan inspirado! No olvides compartir con tus amigos y seres queridos este artículo si te ha gustado, y visitar nuestra página web para más contenido interesante.

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