La celebración del día del Señor, en la que se leen las Sagradas Escrituras y se une la comunidad es una tradición muy antigua, antes de que el cristianismo existiera como tal y eso lo vamos a ver en Nehemías 8:10.
Nehemías 8:10 de la Biblia Reina Valera
“Luego Nehemías añadió: «Ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza».” (Nehemías 8:10 NVI)
Todos los cristianos practicantes reservamos el domingo de cada semana para asistir a lo que se conoce por la mayoría por eucaristía o aunque algunas confesiones la llaman también comunión o santa cena.
Aunque haya diferencias en el nombre y en la ceremonia, todos coinciden en una cosa: el domingo es el día del Señor y los cristianos nos reunimos para leer la Biblia y aprender la Palabra de Dios.
En Nehemías 8:10 de la Biblia, encontramos la consagración de este santo día y todo el capítulo al que pertenece es una reflexión acerca de la importancia del mismo. Así pues, hoy vamos a analizar este versículo y aprender más cosas sobre Nehemías.
¡Te damos la bienvenida a un nuevo artículo de Tu Biblia Online!
Empezamos esta introducción a Nehemías 8:10 con este vídeo en el que podrás escuchar su capítulo completo. No es un hecho aislado que la Palabra de Dios se transmita oralmente, pues es así como se puede hacer notar la fuerza de su mensaje.
Aquí no queremos hacerlo distinto, así que te la dejamos escuchar para que tu cuerpo y alma entren en contacto con Dios y entiendan el significado de sus palabras. ¡No te preocupes si te pierdes en algún punto luego lo podrás leer todo!
Explicación y reflexión de Nehemías 8 10
Con todo este trasfondo sobre Nehemías y Esdras que te hemos comentado, seguramente empiezas a encajar las piezas y a entender más a fondo el versículo y el capítulo que te traemos hoy. ¡Vamos a verlo en más detalle!
Vemos pues en este capítulo una acción que tenemos bien conocida: todos los fieles se reúnen en un mismo sitio donde el sacerdote lee la Palabra de Dios y después, celebran con gozo la gracia del Señor.
Claro es, este acto se asemeja al domingo cristiano donde todos nosotros nos reunimos para escuchar y reflexionar sobre las Sagradas Escrituras en el templo y, muchas familias después van a casa y comen para celebrar la alegría de ser hijos de Dios.
Sin embargo, en la lectura los fieles no se reúnen en un templo. Esto es porque su templo, la casa de Dios, aún no había sido reconstruido tras su destrucción durante la invasión que dejó Jerusalén en ruinas.
Todo en este versículo tiene un sentido que nos ayuda a entender el significado de dedicar un día al Señor. Se habla de nutrirse y comer en abundancia, pero no solo físicamente, sino también espiritualmente escuchando la Palabra.
Además, se utiliza el verbo compartir. Aunque pueda parecer un detalle sin importancia, puede que sea la parte más importante del versículo. De nada sirve escuchar la Palabra de Dios si no la compartimos con aquellos que no la conocen.
De nada sirve orar si no le damos de comer al prójimo que no tiene acceso a la comida. Y como siempre, tanto físicamente como espiritualmente. ¡Este versículo es un mensaje para alentarnos a compartir la Palabra de Dios!
Sea pues, dediquemos el día del Señor para nutrirnos con las enseñanzas de la Biblia y compartamos todo lo que con ella aprendemos para hacer llegar su mensaje a todo el mundo.
Nehemías 8 en español y letra grande
La versión bíblica Reina Valera 1960 que acabas de escuchar, es la más fiel a los textos originales, aunque a veces su lenguaje no está actualizado. Ahora te dejamos el mismo texto de Nehemías 8 escrito para que repases las cosas que no te hayan quedado claras.
1 y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel.
2 Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo.
3 Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.
4 Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que habían hecho para ello, y junto a él estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías a su mano derecha; y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam.
5 Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento.
6 Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.
7 Y los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía, hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar.
8 Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.
9 Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es a Jehová nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.
10 Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.
11 Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo, diciendo: Callad, porque es día santo, y no os entristezcáis.
12 Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.
13 Al día siguiente se reunieron los cabezas de las familias de todo el pueblo, sacerdotes y levitas, a Esdras el escriba, para entender las palabras de la ley.
14 Y hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado por mano de Moisés, que habitasen los hijos de Israel en tabernáculos en la fiesta solemne del mes séptimo;
15 y que hiciesen saber, y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: Salid al monte, y traed ramas de olivo, de olivo silvestre, de arrayán, de palmeras y de todo árbol frondoso, para hacer tabernáculos, como está escrito.
16 Salió, pues, el pueblo, y trajeron ramas e hicieron tabernáculos, cada uno sobre su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín.
17 Y toda la congregación que volvió de la cautividad hizo tabernáculos, y en tabernáculos habitó; porque desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo alegría muy grande.
18 Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último; e hicieron la fiesta solemne por siete días, y el octavo día fue de solemne asamblea, según el rito.
Contexto histórico de Nehemías 8:10
Para entender bien el personaje bíblico de Nehemías, su misión y también su obra; es necesario conocer en qué contexto histórico se desarrollaron los hechos que narra y por qué el Señor le instó a hacer todo lo que hizo.
En ese momento, los judíos habían retornado a sus casas, en Jerusalén tras la liberación por mano del rey persa Ciro II el Grande del cautiverio que llevaban décadas sufriendo en Babilonia.
Este rey fue magnánimo con los israelitas y los dejó regresar a su amada y sagrada tierra;y también reconstruir Jerusalén que había quedado destruida tras la invasión del imperio babilónico.
Toda esta historia debes situarla por el siglo VI a.C., unos 500 años antes de que Jesús naciera en Belén, cuando toda la región era ya una provincia romana. En ese siglo pocas civilizaciones habían surgido en el mundo siendo Roma una pequeña urbe muy diferente al imperio que conocemos todos.
Así pues, los principales hechos de la historia mundial de aquella época se desarrollaron en las tierras de la creciente fértil, donde se encontraba Asiria y Babilonia; en Canaán, donde había Jerusalén y otros pueblos como los fenicios; y también en el Egipto de los faraones.
La Biblia da muchos datos de aquella época y explica todas las penurias y glorias que vivieron los judíos; todo ello recogido en los libros del Antiguo Testamento, que aparte de este gran valor histórico también tienen gran valor espiritual.
¿Quién fue Nehemías en la Biblia?
Ahora que ya conoces su contexto, podrás entender mucho mejor quien fue Nehemías y su importancia en nuestra religión.
En el retorno de los judíos a Jerusalén, dos personajes fueron los más importantes de los que tenemos conocimiento: Esdras y Nehemías. Ambos cuentan con su propio libro en el Antiguo Testamento narrando sus acciones.
El primero fue un sacerdote que se dedicó a hacer las reformas religiosas necesarias para que su pueblo recuperara la fe y restablecer así la ley que recibió Moisés en lo alto del monte Sinaí en el Éxodo y que había quedado bastante olvidada por muchos.
En cambio, Nehemías fue un gobernador de la región, que sintió la necesidad de ir allí dado el desastroso estado en el que se encontraba Jerusalén y el poco éxito que estaban teniendo las reformas de Esdras.
Así pues, Nehemías se dedicó a hacer más reformas sociales, siempre de acuerdo con las que ya había hecho Esdras y también reconstruyó las murallas de la gran ciudad, aunque no fue para nada una tarea fácil.
También continuó con las reformas religiosas de Esdras y, como puedes ver en este capítulo, intentó instaurar el día del Señor, el sabbat judío que después se transformó en el domingo cristiano para nosotros.
Sin embargo, todos estos cambios chocaron con los habitantes que se habían quedado en Jerusalén mientras los otros se exiliaban y en numerosas ocasiones estos los boicoteaban o minimizaban el efecto de sus reformas.
Libro de Nehemías
Toda la vida y reformas de Nehemías se encuentran recogidas en el Libro de Nehemías del Antiguo Testamento, que encontrarás después del de Esdras ya en la parte final de todo este volumen.
Se trata de unas memorias escritas por Nehemías mismo, relatando todo lo que iba sucediendo en su vida y con una parte en la que Esdras lee la Ley de Moisés al pueblo, comprendida entre los capítulos 8 y 12 y, por lo tanto, donde encontramos el versículo de hoy.
Dado que fue un libro escrito al final de su vida y por su propia mano, se le concede una alta fiabilidad en todo lo que se cuenta; pues no es un libro de un autor posterior que ha adaptado una historia a su placer.
Además, Esdras y Nehemías antes formaban un único volumen dados los lazos evidentes entre ambos personajes bíblicos. Si quieres conocer bien su historia, te recomendamos leer ambos libros seguidos y así entenderás mucho mejor lo que pasó.
Devocional de Nehemías 8:10
Para terminar, te dejamos un vídeo con un devocional de Nehemías 8:10, interpretando el versículo de una forma diferente que también puede ser muy interesante.
Si tienes tiempo para dedicarle 5 minutos a esta oración, no lo dudes porque vale la pena. ¡Esperamos que te guste!
¡Y con esto damos por terminado el artículo de hoy! Esperamos que ahora entiendas más por qué necesitamos el día del Señor y la importancia de compartir su amor con el resto. ¡Hasta el próximo artículo!