Salmo 103 de la Biblia Reina Valera

En este artículo podrás encontrar toda la información acerca del Salmo 103 de la Biblia Católica. Sigue leyendo para disfrutar de este fantástico fragmento bíblico. Del mismo modo, antes de empezar la lectura, si buscas animarte mediante las sagradas escrituras y recuperar o fortalecer tu fe te recomendamos que visites estos versículos de ánimo cuando termines esta lectura.

Salmo 103 de la Biblia Católica

El Salmo 103, también conocido como “Un Salmo de David”, fue escrito por el propio David en algún momento de su vida todavía por dilucidar. Para muchos autores, como el analista bíblico Charles Spurgeon, se trata de una obra creada en los años tardíos de su vida, cuando tenía un mayor sentido de la importancia del perdón y un conocimiento más agudo del pecado que en sus días de juventud.

Leamos con tranquilidad y disfrutemos del esplendor de esta obra maestra de humildad, agradecimiento y alabanzas.

Salmo 103 de la Biblia Católica

1Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

Bendice, alma mía, a Jehová,

Y no olvides ninguno de sus beneficios.

El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;

El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;

El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.

Jehová es el que hace justicia
Y derecho a todos los que padecen violencia.

Sus caminos notificó a Moisés,
Y a los hijos de Israel sus obras.

Misericordioso y clemente es Jehová;
Lento para la ira, y grande en misericordia.

No contenderá para siempre,
Ni para siempre guardará el enojo.

10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,
Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.

11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,
Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

12 Cuanto está lejos el oriente del occidente,
Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.

13 Como el padre se compadece de los hijos,
Se compadece Jehová de los que le temen.

14 Porque él conoce nuestra condición;
Se acuerda de que somos polvo.

15 El hombre, como la hierba son sus días;
Florece como la flor del campo,

16 Que pasó el viento por ella, y pereció,
Y su lugar no la conocerá más.

17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen,
Y su justicia sobre los hijos de los hijos;

18 Sobre los que guardan su pacto,
Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

19 Jehová estableció en los cielos su trono,
Y su reino domina sobre todos.

20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles,
Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra,
Obedeciendo a la voz de su precepto.

21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos,
Ministros suyos, que hacéis su voluntad.

22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras,
En todos los lugares de su señorío.
Bendice, alma mía, a Jehová.

Salmo 103 de la Biblia Católica en audio

Significado del Salmo 103 versículo a versículo

Salmo 103 1

Versículo 1-2: “Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios”.

David comienza este canto de alabanza con un automandato: “Bendice, alma mía, a Jehová”. Esta es una autoinstrucción para lograr el gozo de Dios que al mismo tiempo deja patente la voluntad o la decisión del autor de amar al Señor de una manera activa.

También nos nabla de los beneficios de Dios, lo cual nos hace reflexionar sobre la tendencia a olvidarnos de ellos.

Salmo 103 3

Versículo 3-5: “Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila”.

En los versículos anteriores, David nos habla de los beneficios de Dios, para a continuación hacer un breve listado de algunos de ellos: el perdón de los pecados, la curación tanto física como espiritual, la ayuda en los momentos complicados de la vida e incluso el don de la fuerza y la juventud.

Versículo 6-7: “Jehová es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia. Sus caminos notificó a Moisés, y a los hijos de Israel sus obras”.

Dios es sinónimo de justicia y amor, y así lo refleja el salmista en estos versículos, prosiguiendo con la alabanza. Además, expresa la gran generosidad y claridad del Señor, refiriéndose al acto de haberse manifestado a Moisés y a los hijos del pueblo de Israel.

Salmo 103 9

Versículos 8-10: “Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados”.

Una palabra podría resumir estos tres versículos: misericordia.

David sabía que los pecados de los hombres merecían un castigo mucho mayor del recibido. Es por ello que canta, honra y celebra la infinita clemencia del Señor.

Salmo 103 11

Versículo 11-12: “Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.

Nuevamente nos encontramos con la grandeza del misericordioso perdón de Dios y ante la certeza de su infinito poder. La expresión “cuanto está lejos el oriente del occidente” describe la inconmensurable magnitud del poder divino, pues si lo pensamos son dos puntos siempre distantes. Por explicarlo de otro modo: si caminamos hacia el oriente, nunca lo alcanzaremos. Siempre estará en el horizonte. Y lo mismo pasa con occidente. Estamos ante un hermoso y profundo recurso estilístico.

Salmo 103 13

Versículo 13-14: “Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo”.

Nuevamente volvemos a la misericordia de Dios, que se compadece de nosotros como hijos suyos que somos. En palabras de Spurgeon:

  • Él se compadece de nuestra ignorancia infantil.
  • Él se compadece de nuestra debilidad infantil.
  • Él se compadece de nuestra torpeza infantil.
  • Él se compadece de nuestra desobediencia infantil.
  • Él se compadece de nuestras infantiles caídas y tropiezos.
  • Él se compadece del dolor de sus hijos.
  • Él se compadece del niño cuando ha sido herido por otro.
  • Él se compadece del temor de sus niños.

Versículo 15-18: “El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo, que pasó el viento por ella, y pereció, y su lugar no la conocerá más. Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra”.

Este párrafo sigue la línea del versículo que lo precede “…se acuerda de que somos polvo”, aludiendo claramente al contraste entre lo fugaz o pasajero del hombre con la eternidad de Dios.

La misericordia y la justicia de Dios son estables y duraderas, al contrario que las fugaces vidas humanas.

Versículo 19: “Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos”.

Dios tiene su trono en los cielos, lejos de la corrupción y las miserias de la tierra. De ahí jamás será removido y su reino abarca a todo el universo. Nada escapa al control y al dominio del Señor.

Versículo 20-22: “Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto.
Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos, que hacéis su voluntad. Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, en todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová”.

David habla directamente a los ángeles de Dios, o ejércitos y ministros suyos, como también les llama. Les dice que bendigan al Señor también, de la misma manera que él lo hace.

Finalmente, el salmista termina del mismo modo que empieza, cantando a su alma para que ésta bendiga a Dios.

Más información del Salmo 103 ntv y nvi

Sea cual sea el momento vital en el que este magnífico Salmo fue concebido, lo cierto es que se trata de la canción de adoración más perfecta y pura que se pueda encontrar a lo largo de las Sagradas Escrituras (ntv y nvi), y ha sido entonada durante siglos por corazones y almas agradecidas.

David medita y anima su corazón a recordar las numerosas veces en las que Dios estuvo de su parte. Es sabido que el que fue Rey de Israel enfrentó a lo largo de sus días incontables peligros y traiciones, pero jamás estuvo solo, pues en el Señor confiaba todo su ser.

Te dejamos una bonita canción inspirada en este bonito salmo, esperamos que lo disfrutéis igual que nosotros. 🙂

Gilberto Daza Ft. Danilo Montero - Salmo 103 - 4K

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